sábado, 24 de diciembre de 2011

Cita obligada con la hipocresía.

Un año más, ha vuelto a llegar ese día que te atrapa y casi no te deja posibilidades de decisión sobre lo que hacer con sus horas...

Como si se tratase se de una pelicula de ciencia ficción dónde el protagonista se ve obligado a seguir unas pautas en contra de su voluntad sin poder evitarlo...

Sabes lo que harás con seguridad, sin importar cuáles sean tus hábitos diarios, tus práticas, tus creencias... estos días se impone la doctrina de una religión que domina gran parte de la población que habita estas tierras...

Y aunque el pistoletazo de salida sea hoy, ya llevan con antelación invadiendo las calles los mensajes ocultos de quienes manipulan, a costa de la debilidad de espíritu provocada por una sociedad mecanizada, a los seres indefensos que se dejan llevar. "Dependencia bendita, invisible cadena que me ata a la vida"


Hoy ha nacido un niño y nos reuniremos para cerebrarlo en torno a una mesa familiar muy distinta a la de la maroría de las cenas y comidas del resto del año. Como si fuese la única cena importante, inamobible, inaplazable... 

Una confluencia de energías provocan sentimientos confusos, contradicción, tristeza, rabia, desesperanza, soledad, culpabilidad... en medio de un entono que te dice vuelve a casa, ama, se solidario, compra, sonríe, reúnete, perdona, ... ¿cuánto nos cuesta la navidad? ¿qué desgaste emocional padecemos? ¿qué despilfarro económico? ¿qué agresión inyectada como un chute de muerte a la madre tierra?

Luces, abundancia, energía, litros de alcohol, mentiras... porque la verdad es que hoy sigue todo igual que ayer, la gente tiene hambre, hambre de sentimiento y un algo caliente que llevarse al estómago, las balas siguen sonando, los gobiernos siguen reprimiendo, siguen abusando, los mercados controlando, las fabricas vertiendo residuos, la intolerancia purulando por encima de los hombros, la incoherencia sobre la mesa materializada en moluscos y crustáceos que llegan desde la otra punta del mundo y han dejado a su paso un rastro de contaminación y muerte...

Si tengo que celebrar algo, será cada día, y será una celebración continúa de la resistencia y la resiliencia, y es verdad que necesitamos esperanza y creer en algo ¿pero por qué creer sin plantearnos el qué y el por qué? ¿En qué creemos hoy? ¿es todo un disfraz camuflado en un teatro? ¿Cuál sería la actitud a tomar? ¿Seguir la corriente a la cultura tradicional?¿Respetar la creencia de nuestros mayores y combinar nuestra voz con un perfecto "el camino que lleva a Belén..."?
¿y la diversidad de creencias? ¿dónde se refugian en estos días los ateos, los agnósticos, los chamanes de la selva de la ciudad y otros seres que desconozco por exceso de invisibilización?

Esto es:... un puzle despiezado

2 comentarios:

  1. Compromisos familiares, con amigos, comidas de empresa, de antiguos alumnos, reencuentrate, gasta, consume... incapaz de gestionar tanto compromiso... Si te comprometes a algo debe ser algo en lo que creas, algo que defiendas, algo que te llene... lo demás tiene otro nombre.

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  2. Muy cierto todo. Nos es tan difícil salir de ese círculo cerrado, injusto y tradicional que a veces ni nos planteamos el daño multiplicado por cien que le hacemos al mundo. Y es verdad, creemos en mentiras fugaces y promesas que, en la mayoría de los casos, son egoístas.

    Que cada día siga siendo esa "celebración contínua de la resistencia" y un baile eterno con la Madre Tierra :)

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