El tiempo es un mero incordio.
La monotonía se vuelve imprevisible rutina.
A veces se paralizan los motivos y las motivaciones se disuelven en miradas colgadas del punto fijo de proyección de sucesos acaecidos, múltiples, contradictorios, crueles...
O quedarse petrificado o desviar los ojos.
¿Cuánto hace falta respirar para poder seguir gritando?
Esto es... en estado de espera
https://www.youtube.com/watch?v=LTeGe2EVREE
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